Tipos de caries y cómo tratarlas

Escrito por la Dra. Mercedes Fernández-Gianotti Pisani

Las caries dentales son una de las afecciones más comunes que afectan la salud bucal, y entender sus diferentes tipos es crucial para una prevención y tratamiento efectivos.

Aunque pueden parecer un problema menor al principio, las caries pueden progresar rápidamente y causar daños significativos si no se tratan a tiempo.

En este artículo, exploraremos los distintos tipos de caries, desde las más superficiales hasta las más profundas, y discutiremos los métodos más efectivos para tratarlas. Además, proporcionaremos consejos prácticos para prevenir su aparición y mantener una buena salud dental.

Acompáñanos para aprender cómo identificar, tratar y prevenir las caries, asegurando así una sonrisa saludable y duradera.

Las caries, junto con las enfermedades periodontales, son algunas de las afecciones bucodentales más comunes. Su frecuencia ha aumentado a lo largo del tiempo, coincidiendo con los cambios en los hábitos alimenticios de la sociedad. Mientras que en la antigüedad las caries eran relativamente raras, en la actualidad, casi todas las personas han tenido caries en algún momento de sus vidas.

La principal causa de las caries es una higiene oral inadecuada o deficiente, como un cepillado insuficiente y demasiado rápido. Sin embargo, también existen otros factores que pueden contribuir a su desarrollo:

Estilo de vida: El consumo habitual de bebidas alcohólicas y los episodios de estrés o ansiedad, que pueden causar sequedad bucal, incrementan el riesgo de caries.

Dieta: Una alimentación rica en azúcares y carbohidratos, en lugar de una dieta balanceada, favorece la formación de caries.

Edad: Niños y adolescentes son más vulnerables a las caries debido a sus hábitos alimenticios y la falta de una adecuada rutina de higiene oral.

Las caries se desarrollan debido a los ácidos producidos por la placa bacteriana, que no siempre se eliminan completamente con el cepillado dental. Estos ácidos atacan el esmalte, la capa más externa de los dientes.

Si no se trata a tiempo, la caries puede avanzar hacia las capas más profundas, como la dentina, y eventualmente afectar el nervio dental o pulpa, poniendo en riesgo la estabilidad del diente.

En Odontología, se distinguen dos clasificaciones distintas de caries: una basada en la zona del diente donde se desarrollan y otra según la profundidad de la lesión en la pieza dental.

1. Caries de Superficie Lisa:
Aparecen en las superficies planas de los dientes, especialmente en las partes visibles. Son más comunes en personas con una higiene bucal deficiente y pueden prevenirse con un buen cepillado y uso de hilo dental.

2. Caries de Fisura y Fosa:
Se forman en las zonas rugosas y surcos de los dientes posteriores (molares y premolares), donde es más fácil que se acumule la placa bacteriana. Estas caries son comunes en niños y adolescentes.

3. Caries Interproximal:
Afectan las áreas entre dos dientes, donde el cepillo dental tiene más dificultad para llegar. El uso de hilo dental es crucial para prevenir este tipo de caries.

4. Caries Radicular:
Aparecen en las raíces de los dientes, especialmente en personas mayores con retracción de las encías. La exposición de las raíces debido a la pérdida de encía facilita la aparición de caries en estas áreas.

5. Caries Recurrente:
Surgen alrededor de los márgenes de empastes, coronas u otros trabajos dentales previos. Son causadas por la acumulación de placa en estas áreas difíciles de limpiar.

La segunda clasificación se basa en las distintas áreas del diente donde pueden aparecer caries:

Caries de esmalte: La más común, afecta la superficie del esmalte que protege el diente. Su signo más evidente es una mancha blanca en el esmalte. Si no se trata, puede avanzar hacia las capas internas del diente.

Caries de dentina: Afecta la capa amarillenta debajo del esmalte, visible cuando hay desgaste severo, erosión o una caries avanzada.

Caries rampante: Un tipo muy agresivo y rápido que afecta severamente la estabilidad del diente, alcanzando rápidamente la pulpa y causando la pérdida dental.

Para tratar una caries, el dentista debe considerar la profundidad de la lesión y su ubicación en el diente.

Existen cinco tratamientos principales para abordar las caries:

Obturación o empaste: Relleno del diente afectado para restaurar su función.

Endodoncia: Tratamiento de conducto en adultos para eliminar la infección dentro del diente.

Pulpectomía: Procedimiento en niños para eliminar el tejido pulpar infectado.

Pulpotomía: Eliminación parcial de la pulpa dental en niños.

Extracción: Extracción del diente dañado cuando no se puede salvar con otros tratamientos.

Un empaste dental es un procedimiento común utilizado para tratar las caries y restaurar la función y apariencia de un diente dañado. El proceso generalmente implica los siguientes pasos:

  1. Anestesia Local: El dentista administra anestesia local para adormecer el área alrededor del diente afectado, asegurando que el paciente no sienta dolor durante el procedimiento.
  2. Eliminación de la Caries: El dentista utiliza instrumentos específicos, como un taladro dental, para eliminar la parte del diente afectada por la caries. Esto incluye la eliminación de tejido dental dañado y la limpieza de la cavidad.
  3. Preparación de la Cavidad: Una vez eliminada la caries, el dentista prepara la cavidad para el empaste. Esto puede implicar la forma y limpieza adicional para asegurar que el material de empaste se adhiera correctamente.
  4. Colocación del Empaste: El material de empaste, que puede ser resina compuesta, amalgama, o porcelana, se coloca en capas dentro de la cavidad. Cada capa se cura o endurece utilizando una luz especial o técnicas químicas.
  5. Modelado y Pulido: Una vez que todas las capas del empaste están en su lugar y endurecidas, el dentista modela el empaste para que coincida con la forma natural del diente. Finalmente, se pule para eliminar cualquier borde áspero y asegurar una mordida cómoda.

El empaste dental restaura la función y la estética del diente afectado, permitiendo al paciente masticar y hablar sin problemas, y previniendo el avance de la caries o la infección dental.

Una endodoncia, también conocida como tratamiento de conducto, se realiza cuando la pulpa del diente, que contiene nervios y vasos sanguíneos, se inflama o se infecta.

Esto puede suceder debido a varias razones, como caries profundas que no se tratan a tiempo y avanzan hasta llegar a la pulpa dental. También puede ser necesaria si se producen traumatismos dentales graves que dañan la pulpa, incluso si el diente no muestra una fractura visible. Las fracturas o fisuras profundas en el diente permiten la entrada de bacterias a la pulpa, lo que también puede requerir una endodoncia.

Asimismo, procedimientos dentales repetidos en el mismo diente pueden irritar la pulpa, y las enfermedades periodontales graves que afectan la raíz del diente pueden provocar la necesidad de este tratamiento.

El objetivo de una endodoncia es eliminar la pulpa dañada o infectada, limpiar y desinfectar el conducto radicular, y luego sellarlo para prevenir futuras infecciones, salvando así el diente de una posible extracción.

Cuando una caries extensa afecta un diente de leche, el odontopediatra puede decidir realizar una pulpectomía o una pulpotomía.

Este procedimiento es comparable a una endodoncia en pacientes adultos y tiene como objetivo evitar la pérdida prematura del diente temporal, así como las complicaciones que podrían surgir.

Por ejemplo, la pérdida temprana de un diente de leche puede provocar problemas de oclusión cuando erupcionen los dientes permanentes.

En los casos más graves, el odontólogo no puede salvar el diente afectado por caries. Esta situación es común en pacientes que no mantienen sus visitas regulares al dentista o que tienen caries difíciles de detectar, como las interproximales.

En estos casos, el paciente ha experimentado una pérdida significativa de la estructura dental y el nervio dental se ha necrosado, haciendo imposible su recuperación.

Tras la extracción del diente afectado, se procede a la colocación de un implante dental para reemplazar el diente perdido.

Los dentistas insisten constantemente en la importancia de una higiene bucal estricta para prevenir las caries. Es fundamental cepillarse los dientes después de cada comida y, si tienes hijos, asegurarte de que ellos también lo hagan correctamente.

Mantenerse bien hidratado es igualmente esencial. Bebe entre 2 y 3 litros de agua al día y evita el consumo regular de bebidas ácidas y azucaradas, como los refrescos.

Es recomendable reducir el consumo de bebidas alcohólicas, ya que disminuyen el flujo de saliva y favorecen la aparición de caries. Además, sigue una dieta equilibrada con bajo contenido en azúcares y carbohidratos.

No olvides cumplir con las revisiones periódicas programadas por tu dentista para detectar posibles caries a tiempo.

Si notas algún síntoma que sugiera la presencia de una caries, visita a tu clínica dental de confianza. Un diagnóstico temprano y un tratamiento oportuno son esenciales para prevenir complicaciones futuras.

Si deseas realizar una primera visita gratuita en nuestra clínica dental en Vallecas para que un odontólogo cualificado examine tu boca sin compromiso, te invitamos a ponerte en contacto con nosotros.

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Dra. Mercedes Fernández-Gianotti Pisani

Directora Médica de la Clínica Dental Madrid Sur

La Dra. Mercedes Fernández-Gianotti Pisani es la 2ª generación de la clínica dental Madrid Sur. Es licenciada en Odontología por la Universidad Europea de Madrid y se especializó a través del Máster en Periodoncia e Implantes de la Universidad Rey Juan Carlos.

Nº de colegiada: 28006836

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